En marzo del 2022, los estados miembros del Programa de Naciones Unidas por el Medio Ambiente (PNUMA) acordaron la resolución sobre “infraestructura resiliente y sostenible”, que define los 10 principios de buenas prácticas para el desarrollo sostenible.
A su vez, este acuerdo está estrechamente vinculado a al Acuerdo de París (2015), la Agenda 2030: Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), el Marco de Sendai (2015). Estos acuerdos representan compromisos importantes para abordar el cambio climático, promover el desarrollo sostenible y fortalecer la resiliencia ante desastres naturales.
En el contexto de la resolución de la ONU sobre infraestructura sostenible, Chile se compromete a adoptar políticas y medidas que promuevan la construcción de infraestructuras resilientes, eficientes y sostenibles. Esto implica integrar consideraciones de sostenibilidad ambiental, social y económica en la planificación, diseño, construcción y operación de infraestructuras.
El compromiso de Chile con estos acuerdos internacionales refleja su reconocimiento de la importancia de la infraestructura para el desarrollo sostenible, la mitigación del cambio climático y la reducción del riesgo de desastres.
En este sentido, cabe mencionar que El Ministerio de Obras Públicas se encuentra actualizando una serie de instrumentos de Política Pública que permiten transversalizar los principios de infraestructura resiliente y sostenible:
- Política de Sostenibilidad MOP.
- Plan de Adaptación y Mitigación al Cambio Climático en la infraestructura pública.
- Plan de Adaptación al Cambio Climático para los Recursos Hídricos.
- Plan Nacional de Infraestructura Pública 2025-2055.
Estas políticas públicas son complementarias entre sí, y juegan distintos roles en las definiciones estratégicas, inversiones, y en su conjunto, cubren el ciclo de vida completo del desarrollo de infraestructura.
En función del ciclo de vida de la infraestructura el Plan Nacional de Infraestructura Pública 2025-2055, busca desde la planificación estratégica responder a los siguientes principios internacionales de buenas prácticas para la infraestructura resiliente y sostenible:
- Planificación Estratégica: busca garantizar la alineación de las políticas y decisiones relativas a la infraestructura con las agendas mundiales de desarrollo sostenible, así como de fortalecer el entorno propicio.
- Prestación de servicios con capacidad de respuesta, resiliencia y flexibilidad: satisfacer las necesidades reales de infraestructura, permitir cambios y dejar un margen para la incertidumbre a lo largo del tiempo y promover sinergias entre los proyectos y sistemas de infraestructura.
- Evaluación exhaustiva del ciclo de vida de la sostenibilidad: que debe incluir los efectos acumulativos de múltiples sistemas de infraestructura en los ecosistemas y las comunidades a lo largo de toda su vida útil, para evitar fijar proyectos y sistemas de infraestructura con diversos efectos adversos.
- Evitar el impacto medio ambiental e invertir en la naturaleza: de los sistemas de infraestructura e invertir en infraestructura natural para aprovechar la capacidad de la naturaleza de prestar servicios de infraestructura esenciales y rentables y ofrecer múltiples beneficios conjuntos para las personas y el planeta.
- Eficiencia de recursos y circularidad: para minimizar la huella de la infraestructura en los recursos naturales, reducir las emisiones, los desechos y otros contaminantes, y aumentar la eficiencia y asequibilidad de los servicios.
- Equidad, inclusión y empoderamiento: mediante un equilibrio entre la inversión en infraestructura social y económica para respetar, proteger y cumplir los derechos humanos y promover el bienestar, especialmente de los grupos más vulnerables o marginados.
- Reforzar los beneficios económicos: mediante la creación de empleo y el apoyo a la economía local.
- Sostenibilidad fiscal y formas innovadoras de financiación: para cerrar la brecha de inversión en infraestructura en un contexto en el que los presupuestos públicos se enfrentan a restricciones cada vez mayores.
- Una toma de decisiones transparente, inclusiva y participativa: que incluya un análisis de las partes interesadas, una participación pública constante y mecanismos de reparación de agravios para todas las partes interesadas.
- Decisiones basadas en evidencia: incluido el seguimiento periódico del rendimiento de la infraestructura y de su impacto en función de indicadores clave de rendimiento, fomentando el intercambio de datos con las partes interesadas.
La sostenibilidad es parte del objetivo del Plan Nacional, para ello se ha transversalizado en los distintos estudios de apoyo, y en particular, uno de ellos desarrolla una Evaluación de Sostenibilidad que busca tener incidencia en la toma de decisiones que, de manera sistemática y focalizada en elementos críticos de carácter económicos, ambientales, sociales y de gobernanza, busca responder a las realidades, oportunidades y desafíos del desarrollo sostenible, para promover el bienestar de los territorios y las personas, incluyendo su resiliencia ante fenómenos globales, como la reducción del riesgo de desastres, la mitigación y la reducción de la biodiversidad.
